La verdad es que todas nos hemos enfrentado al rechazo.

Desde el primer instante en el que tenemos conciencia, una y otra vez, hemos recibido un «NO» de respuesta.

Cuando somos pequeñas experimentamos rechazo en diversos grupos sociales.

Ya sea que nos peleamos con alguna amiga, o que nuestros hermanos no quieren jugar con nosotras, o que el equipo deportivo no nos escoge como jugadora principal, etc.

Luego, avanzadas en edad, el miedo al rechazo incrementa y curiosamente, al mismo tiempo incrementa también la exposición al rechazo.

Vivimos el rechazo de un hombre que nos interesa, de una amiga de toda la vida, de un trabajo, de una aplicación a crédito, etc.

Entonces,

 

Con tantas posibles exposiciones al rechazo, es inevitable sentir un gran miedo.

 

Es común tener miedo a ser rechazada después de una entrevista de trabajo,

O a no obtener el resultado esperado después de una evaluación,

O incluso a exponerte al rechazo de un grupo social.

A no ser aceptada en tu iglesia, en tu comunidad, en tu familia.

Y eso sin dejar de lado el miedo al rechazo de la persona amada.

Pero,

¿Es el miedo al rechazo un motivo suficiente para negarte la posibilidad de vivir alguna experiencia?

¿Estás segura de estar dispuesta a entregar al miedo el poder de tu felicidad?

Tranquila, todas y cada una de nosotras hemos tenido miedo a ser rechazadas.

Por eso hoy te hablaré sobre qué es y qué puedes hacer para afrontar exitosamente el rechazo.

 

¿Por qué tienes miedo al rechazo?

 

Estudios demuestran que el miedo al rechazo es un sentimiento adquirido debido a la necesidad de pertenecer a un grupo social y un pensamiento basado en las experiencias de rechazo que vives a lo largo de tu vida.

Es decir, has aprendido a NO desear vivir rechazos.

Hace centenares de años, ser rechazado del grupo social significaba morir en soledad.

Los unos necesitaban a los otros para sobrevivir y aquel que no era aceptado por su grupo, estaba destinado a padecer todas las necesidades y desgracias en soledad.

Y ahora, en el mundo actual,…

…no es tan diferente.

Las personas necesitan formar parte de un grupo, ya sea familia, amigos, trabajo, etc.

Y tienen miedo al rechazo porque este, normalmente es visto como un signo de fracaso.

Es precisamente esta concepción negativa de rechazo, lo que hace que le tengamos tanto miedo.

¿Cómo debo comportarme para que mi grupo me acepte?

¿Qué debo hacer para ser reconocida en mi trabajo?

¿Cómo debo actuar para ser aceptada?

¿Cómo debe ser mi apariencia para ser socialmente aceptada?

Todos estos son pensamientos guían tus acciones pretendiendo evitar cualquier posibilidad de rechazo.

 

Tú quieres sentirte parte de un grupo social y quieres ser aceptada. 

 

Deseo que es COMPLETAMENTE normal.

Pero, para ser aceptada por el resto, debes primero aceptarte a ti misma.

Para no tener miedo al rechazo, debes primero tener la seguridad de que tú eres valiosa como ser humano.

Y por supuesto, para sobreponerte al rechazo, debes saber que cada experiencia es una oportunidad de aprendizaje, crecimiento y desarrollo.

Entonces es momento de reflexionar:

¿Tienes miedo al rechazo porque tienes una gran ansiedad por pertenecer a un grupo?

¿Aceptas exponerte a situaciones difíciles porque sabes que toda situación puede ser una oportunidad?

La reflexión que hagas sobre preguntas te ayudará a comprender qué debes hacer para superar la barrera del miedo al rechazo y cómo afrontar exitosamente aquellas situaciones nuevas o difíciles para ti.

 

Tu buena autoestima disminuye el miedo al rechazo

 

¡Por supuesto que la autoestima tiene influencia en tu capacidad de enfrentarte al rechazo y superarlo!

Pero atención,

eso no significa que al tener una buena autoestima no volverás a ser rechazada.

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Significa únicamente que tendrás mejor capacidad de respuesta y que podrás sobreponerte más fácilmente al rechazo.

¿En qué forma influye tu autoestima?

Influye en la medida en la que la opinión del resto afecta la forma cómo te sientes contigo misma y la forma cómo te describes a ti misma.

Mientras más definido tengas el concepto de que tú eres una mujer que vale por lo que es como mujer, menor impacto tendrá lo que el resto opine de ti.

De igual forma, mientras más satisfecha te sientas contigo misma, con tus pensamientos y con tus acciones, menor será el efecto de las opiniones del resto sobre ti.

 

Te contaré, por ejemplo, la anécdota de Angela.

 

Tuve la oportunidad de conocerla y de trabajar como parte de la Comunidad Mujeres Empoderadas

Después conversé con ella personalmente y ella me dijo algo que resume exactamente lo que te quiero decir.

Estas son sus palabras:

 

«Yo solía negarme la oportunidad de intentar algo nuevo asegurando que ya sabía cómo serían las cosas.

Decía por ejemplo,

es que yo le conozco y sé que me va a decir que no

Para qué voy a intentarlo si ya hay otros que lo hacen mejor que yo

No voy a ir a la invitación que recibí, ya sé que no pasaré bien

Y lo curioso de todo es que lo decía con total seguridad.

Yo no sabía que eso reflejaba mi baja autoestima.

Sino que pensaba que mi experiencia me daba suficiente información para saber que las cosas serían negativas.

Yo me negué la oportunidad de disfrutar de muchas oportunidades porque estaba segura de que sería rechazada.

Y las veces que me animé a intentarlo lo hice estando segura de que el resultado sería negativo, así que me enfocaba sólo en lo malo.

Por fortuna ahora aprendí a mejorar mi autoestima y cuidar de mí.

Ahora sé que el rechazo no significa fracaso y que no recibiré rechazo en todas las experiencias a las que me enfrente…»

 

Tú no controlas las opiniones del resto

 

Algo que debes tener muy en claro es que, sin importar lo ‘bien’ que actúes, no puedes determinar cómo reaccionarán el resto.

Tú no tienes el poder de controlar los pensamientos o acciones de otras personas.

Lo único sobre lo que tienes poder, es sobre aquello que piensas y haces tú.

Y eso incluye el poder que tú tienes para decidir qué pensamientos tener ante un rechazo.

Pero mucha atención:

Aquellas personas con mayores inseguridades y más miedo al rechazo, tienden a buscar señales que ratifiquen sus temores.

Te lo explicaré con un ejemplo muy sencillo a continuación:

Imagina que caminabas por un centro comercial y viste un atuendo que te encantó.

Lo compras y lo usas dos días después en la reunión con tus amigas más cercanas.

Tú y tus amigas se encuentran en la noche en un bar y cuando llegas, te fijas que todas están usando ropa más formal.

Tú aún te sientes muy satisfecha con el atuendo que estás usando y no encuentras nada de malo con vestir diferente.

Sin embargo, una de tus amigas hace el comentario de que pareces ‘ayudante de pintor’ y te sugiere la próxima vez usar algo más ‘adulto y sexi’.

En esta situación tú tienes la opción de:

Sentirte incómoda, asumir que has sido rechazada por tu apariencia y al llegar a casa botar a la basura la ropa que usaste en ese día.

O, aceptar el comentario de tu amiga como una sugerencia.

Podrías asegurarle que te sientes cómoda y que sin duda te volverá a ver usando esa misma ropa.

Quizá con una sonrisa le dirías que el ser tan diferentes es lo que las hace inseparables.

O simplemente ignorarle y decirle que no hable tonterías.

Tú tienes el poder de decidir cómo reaccionar ante situaciones como esta,

pero no tienes el poder de controlar la mente de otras personas.

 

No dejarás de sentir miedo al rechazo

 

En realidad, la forma más sincera de decirlo es que no dejarás de sentir rechazo al rechazo.

Es claro que este es un sentimiento que a nadie le hace feliz y tú, incluso después de mejorar tu autoestima y de controlar tus pensamientos, seguirás resistiéndote al rechazo.

Sin embargo, la gran diferencia entre quien afronta el rechazo exitosamente y quien no, está en que:

A pesar del miedo o ansiedad que una situación pueda causar, se la realiza de todas formas.

 

Quien afronta exitosamente al rechazo se enfrenta a situaciones confiando en un resultado positivo

 

¿Quieres un aumento de sueldo?

Entonces trabajarás más inteligentemente para que otros conozcan tu valor y así poder solicitar un aumento de sueldo en tu próxima evaluación anual.

Si, es posible que no te otorgan lo que deseas y, seguramente tendrás que hacer un esfuerzo extra.

Pero aun así le apostarás al pronóstico positivo y te enfrentarás a la posibilidad de ser rechazada.

¿Quieres mejorar tu vida social?

Entonces te unirás a clubs, organizaciones o grupos de diferentes actividades.

Participarás en los eventos con una actitud positiva, independientemente si en las primeras 2 reuniones no lograste establecer ninguna amistad.

El pensamiento que te motiva a actuar es la confianza de que después de atravesar el miedo al rechazo, tus acciones traerán resultados positivos.

¡Pero atención!

Para llegar a ese pensamiento debes primero comprender que todo aquello que haces, no lo haces con el deseo de no ser rechazado, sino con la intención única de expresar o hacer algo.

Es decir, el poder sobre el resultado de lo que decidas hacer ya no cae sobre otros sino sobre ti misma.

 

Pensamientos para ganarle al rechazo

 

Ahora que ya te he hablado de diferentes situaciones en las que te enfrentas diariamente al rechazo y que leíste varios ejemplos sobre la influencia que tiene el enfoque de tus pensamientos,

Es momento de compartirte 4 pensamientos que te apoyarán al enfrentarte a rechazos:

 

1. Visualiza cómo te quieres sentir

 

Imagina una situación específica y visualiza cómo estarás tú.

Piensa cómo te vas a ver físicamente, qué actitud vas a tener, cómo será tu sonrisa, tu tono de voz, etc.

E imagina todo esto, independientemente de lo que el resto de personas digan y que las circunstancias externas que te rodearán.

Decide definirte como una mujer feliz y tranquila independientemente de la situación y visualízate.

Siéntete como la dueña de aquel momento y recuerda que cuando sea oportunidad, tú tienes el poder de sentirte tal y como lo has visualizado.

 

2. Enfócate en la realidad y no en lo que supones

 

Seamos sinceras, esperar lo peor o llenarnos de pensamientos negativos es un hábito tan común como negativo.

Y tú NO tienes la capacidad de adivinar lo que el resto de personas está pensando.

Así que, en lugar de imaginarte todas las diferentes formas en las que puedes ser rechazada, concéntrate en lo que tú quieres expresar.

Ten en cuenta que cada persona tiene su propia historia detrás.

Cada uno tiene sus problemas y sus pensamientos y, no todo lo que el resto hace, lo hace para molestarte.

Si tomas en cuenta este consejo, te darás cuenta de que la mayoría de los miedos al rechazo que tú tienes, son impuestos por ti misma.

 

3. Eres valiosa 

 

Solo TÚ tienes el poder de definir cuán valiosa eres.

Por lo tanto, tú decides qué actitudes y pensamientos tener para sentirte satisfecha contigo misma y con la vida que llevas.

El valor que tú tienes no tiene relación con las cosas que tú hagas para otros.

Sino con los sentimientos que tienes hacia ti misma.

Entonces, para ganarle al rechazo, debes estar segura de que las opiniones del resto no te hacen menos.

Simplemente te muestran otras perspectivas.

Lo que tú decidas tomar de ellas, hará que aprendas, o hará que le entregues a otros el poder de tú felicidad.

 

4. Vas a ser rechazada

 

Finalmente, la verdad más sincera.

Vas a ser rechazada cientos de veces.

Pero tú tienes el poder de hacer que cada rechazo sea una retroalimentación para mejorar.

Mucha atención con lo que digo, para mejorar, no cambiar.

Es posible que las experiencias te sirvan para reforzar tus principios, pensamientos y/o valores.

O que te enseñen a presentarte y exponer tus opiniones de una forma diferente.

Pero todo eso será únicamente para enriquecimiento y desarrollo tuyo.

Si, vas a ser rechazada y la forma cómo reacciones al rechazo es lo que hará la diferencia entre el fracaso y el éxito de aprendizaje.

Te deseo mucha suerte,

– Mariela

 

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