Desde inicio del 2020 todo cambio para siempre por la pandemia mundial que nos afecto a todos. Y los efectos de la pandemia en tu productividad han sido de gran impacto.

Durante este tiempo todas tus ideas y proyectos, tanto personales como profesionales, han entrado en un estado de transición, evolución y postergación o re-programación.

En realidad, una realidad que se venía venir se adelantó, pienso yo unos 10 o 15 años según el país donde vivas y nos tomó de sorpresa obligándonos a adaptarnos a una nueva realidad en menos de 6 meses.

Lo que pensabas que era imposible se ha hecho posible y lo posible se ha puesto en duda.

Cambios, cambios y más cambios han sido los protagonistas de tu vida entre el 2020 y este 2021.

Has hecho tanto y dejado de hacer también mucho, porque en definitiva nada es igual, tú no eres igual, la vida en general no es igual.

Deseo pensar que este cambio te ha permitido reconsiderar lo que es verdaderamente importante y alejarte de lo superficial, pero eso solo lo sabes tú.

Lo que sí es seguro es que tras tantos meses tu vida a cambiado y con ella tus requisitos y necesidades para ser más productiva.

Confío que hasta este punto ya hayas ganado experiencia y conocimiento con respecto a este tema, donde cuidarse y cuidar a los tuyos es tu objetivo principal. Pero también espero que hayas construido con tu vida un escenario en el que puedes ganar.

Sí, una rutina, un grupo de apoyo, una serie de actividades seguras y de dispersión y un especial reencuentro contigo misma.

Lo necesitas para mantener la cordura, no se diga tu nivel de productividad.

En este artículo quiero hablarte de algunos de los efectos de la pandemia en tu productividad y espero también darte luces para hacer aquellos cambios que sean necesarios para mejorarla si es el caso.

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La rutina antes y después del COVID

Si eras de las que ya tenías una rutina establecida en tu día a día, definitivamente viviste un giro total con tu rutina. Voluntaria u obligatoriamente te adaptaste dejado a un lado varias cosas y sumado otras más.

Empecemos por lo esencial;

¿Qué es rutina?

Considera rutina a todas aquellas actividades en su orden y horario que realizas habitualmente y que complementa tus días y las funciones que cumples.

En el mejor de los casos la rutina te ayuda a mantenerte más organizada en los diversos roles que como mujer desempeñas.

Aunque esto no es absoluto.

Hay rutinas que fueron organizadas por automatismos o por urgencias y no por objetivos o prioridades. Rutinas que en lugar de ayudarte te complican la vida.

Y también hay quienes buscan seguir rutinas que no se acomodan a sus estilos de vida o preferencias. Sino que son rutinas que tomaron de alguien más esperando con ello obtener los mismos resultados.

Pero en todo esto, la verdad es que no existe una rutina exacta que funcione bien para todas, ni situaciones que sean mejores o peores.

La mejor rutina es la que te ayuda a hacer lo mejor con el menor esfuerzo respetando tus prioridades y valores.

Pero, ¿cómo ha cambiado tu rutina y con ella tu productividad durante esta pandemia?

¿La has adaptado a tus nuevas prioridades y objetivos?

¿Has construido un escenario con el que puedas ganar?

Sígueme en la siguiente reflexión y si es el caso, toma decisiones de cambio.

 

Cambios en la rutina promedio tras la pandemia

Para muchas, los hábitos o acciones que cambiaron su rutina antes y después de la pandemia y que interfieren en su productividad han sido los siguientes entre muchos otros.

A continuación me permito hablarte de los que yo más he podido evidenciar en las mujeres con las que trabajo.

Hora de levantarse:

Puedes tener mayor libertad de escoger la hora de levantarte, pero ahora ya no es por obligación sino por compromiso. Si quieres hacer algo a solas y tienes hijos, tienes que levantarte antes. Si tienes obligaciones con las que cumplir, personas a quien cuidar  y además quieres tiempo para ti, entonces querrás dormir bien y levantarte antes.

Pero ya que tienes menos que pretender y puedes estar menos preocupada de agradar a personas que en realidad no tienen valor en tu vida, puedes también aprovechar ese tiempo para dormir más si así lo deseas.

Organización:

Trabajar en casa, quizás ser madre, hija, esposa y tener tiempo para ti, es mucho por procesar. Adaptarte a estar siempre juntos te obliga a establecer un horario que te permita organizarte para que al final del día te sientas satisfecha contigo misma. Prioridades pasa a ser el enfoque más importante y para una organización exitosa se requiere de delegación efectiva, comunicación clara y fortalecer los valores personales y familiares.

Todo esto con el único y principal objetivo de no volverte loca, ni sobre cargarte, ni crecer los conflictos personales.

Adaptabilidad al mundo digital

Llevo 6 años trabajando digitalmente por decisión propia. Este fue siempre el objetivo y la forma de trabajo con la que mi empresa fue estructurada y en este año he podido evidenciar que muchas de las trabas hacia el mundo digital que parecían escritas en piedra han desaparecido por completo. La cultura ha aceptado, voluntaria u obligatoriamente el mundo digital y parece que hemos alcanzado un semi conocimiento global básico sobre el uso, ventajas y desventajas del mundo digital.

Y finalmente, antes de entrar en los detalles del cambio que la pandemia ha causado en tu productividad, hablemos de una realidad con la hemos vivido siempre y cómo ésta también se ha enfatizado durante la pandemia

El techo de Cristal durante la pandemia

La mujer a lo largo de los años ha tenido que enfrentarse a diversas barreras y obstáculos, tanto a nivel personal, social y laboral.

El techo de cristal es el término al que hace referencia la existencia de un conjunto de normas no escritas pero que existen a nivel organizacional y empresarial. Estas normas o costumbres representan limitantes debido a los cuales la mujer tiene menos posibilidades de ejercer altos cargos en una empresa.

Esta barrera muy fuerte y presente que aparenta no existir (por eso el nombre de ‘cristal) se ve presente en todas las áreas de desarrollo y es reconocida como una barrera debido a la cual a las mujeres se les ha dificultado prevalecer.

Lo que parece que ha ido mejorando con el paso de los años, ha sufrido una fuerte desaceleración. Especialmente si hablamos del último año, los meses en los que nuestra vida cambió por la pandemia.

En esta época ha vuelto a salir a la luz la carga ‘no establecida’ que existe sobre las mujeres y además las estadísticas vuelven a mostrar incrementos en los datos que muestras que las mujeres siguen siendo la parte más vulnerable de la sociedad.

Los motivos son mundialmente conocidos. La mayoría de despidos fueron de mujeres, la carga del hogar y de la educación de los hijos recayó en su mayoría en las mujeres y el número de ascensos profesionales en mujeres se redujo al mínimo. Todo esto hablando especialmente en Latinoamérica.

Y en toda esta circunstancia, tú sigues aquí leyéndome interesada por mejorar tu productividad. Felicitaciones por ello.

Veamos ahora los efectos más representativos que ha causado la pandemia en tu productividad.

 

Efectos de la pandemia en tu productividad

Hay que tener en cuenta que ser productiva tiene estándares diferentes para cada una.

Además, quiero que te olvides de aquella falsa idea de que ser productiva significa hacer miles de cosas.

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Por el contrario, la productividad está dedicar energía y tiempo a aquello que es verdaderamente importante porque te da los mejores resultados al mismo tiempo que descartas todo aquello que te roba energía y tiempo y te aleja de lo que es importante.

Dicho esto, veamos si coincides o no con mi apreciación.

Efectos de la pandemia en tu productividad: Las distracciones son diferentes

A nivel psicológico y emocional las distracciones se han convertido en parte indispensable. Cada día se hace más necesario el hecho de no caer en estrés y cuidar la salud mental, pero… qué es lo que utilizamos como ‘distracción’, vale la pena reflexionar sobre ello.

Durante la pandemia aprendimos a lidiar con grandes retos;

Aprender a balancear la vida familiar, laboral y bienestar propio dentro de una misma estructura o un mismo espacio físico y en estas situaciones las distracciones son diferentes.

La apariencia en términos de tener siempre algo que mostrar, o calificarse en función de la apariencia redujo en su importancia. Por lo tanto distracciones de moda, apariencia, accesorios, etc redujeron valor.

Mientras que las propias distracciones de la casa se hicieron enormes. Los platos sucios están siempre presentes, la ropa que no se ha sacado de la lavadora, los niños que no logran conectarse a sus clases, la pareja que también habla en sus reuniones, la olla que suena mientras se cocina el almuerzo, el perro del vecino que no deja de ladrar…

Cualquiera que sea tu estado civil y condición de vivienda te has enfrentado a miles de distracciones las 24 horas del día.

Y claro, las redes sociales que al parecer son más fáciles de usar ahora que estamos en casa, aunque en teoría tenemos menos tiempo. Aspecto que hace evidente el mal concepto de productividad que tenemos…

 

Efectos de la pandemia en tu productividad: Escasez de tiempo para ti misma en familia, demasiado tiempo para ti en la soledad

En medio del aislamiento y confinamiento el tiempo ha sido invertido. Antes los fines de semana eran ideales para compartir en familia. Hermosos días en los cuales familias enteras se reunían para compartir, comer y disfrutar. Mientras que ahora todos los días son para todos juntos compartiendo la rutina común de cada uno.

Eso para quienes viven en familia.

Pero para quienes están solos, la pandemia a afectado fuertemente incrementando los niveles de depresión y ansiedad en quienes viven solos.

¿Cómo afecta esto tu productividad?

Sea cualquiera que sea tu situación, tú necesitas tiempo de calidad a solas y tiempo de calidad en comunidad. El tiempo a solas que sea para disfrutarte y disfrutar de las cosas que haces. Y el tiempo en comunidad para compartir tu propia felicidad.

Sin esto los niveles de cortisona incrementan, incrementando tu estrés y así limitando la objetividad con la que enfrentas los desafíos diarios.

Es necesario delegar, poner límites, establecer espacios (por más apretados que vivamos) y también es necesario acudir a tu tribu, conversar con personas que aporten valor y compartir lo que te hace feliz con quienes son importantes.

Efectos de la pandemia en tu productividad: Cambio de prioridades

Quiero pensar que esto es algo positivo para ti y que en este tiempo has comprendido cuales son tus prioridades y has tomado la decisión de enfocarte en ellas.

Si esto es así, tu productividad debería haber incrementado porque por principio, ahora te concentras en lo que es verdaderamente importante.

El consumismo debería haberse reducido y el orden y la simpleza deberían prevalecer en tus armarios y aparadores.

La concentración en el trabajo se intensificó y espero que la empresa para la que trabajas también haya evolucionado y cambiado las reglas del juego para darte más libertad de hacer mejor tu trabajo en el horario y la forma que mejor te convenga.

Eso significa que establecer prioridades del trabajo significó modernizar procesos, restablecer sistemas y cualquier cosa que sea necesaria para agilitar procesos y concentrarse en aportar valor.

En esta nueva realidad deseo tus prioridades rijan tu día, que hayas aprendido a dejar cosas pasar, a poner límites y a delegar. Todo en función de lo que has definido con sinceridad como aquello que es verdaderamente importante.

Porque seamos sinceras, aunque hagamos miles de cosas, todas sabemos que no todo es importante.

Las prioridades son cambiantes. Definitivamente la vida está hecha de etapas de momentos, y es justo allí e donde debes diferenciar si las prioridades son esas generales del ser humano o prioridades del momento o etapa que estás viviendo.

Aunque existen prioridades que la mayoría de las personas tienen como; trabajo, familia, estudio, otras, en definitiva las prioridades personales son las más relevantes y como mujer debes reconocerlas ya que forman parte de tu propósito de vida y que definitivamente son parte de tu esencia y autenticidad.

Recuerda ponerte en prioridad.

 

Conclusión

Definitivamente la pandemia trajo cambios que durarán para toda tu vida y vivir alineada a ello es una realidad que debemos aceptar.

En cualquier aspecto encontrarás un lado positivo y uno negativo. Lo importante es asimilar el aprendizaje con el que puedas ser más productiva.

Reflexiona sobre las distracciones que tienes, el tiempo que dedicas al celular, la cantidad de cosas de la casa de las que solo tú te haces cargo, la organización y previsión de la rutina. En todos estos aspectos encontrarás horas enteras perdidas, desperdiciadas o sub utilizadas.

Y en todo este tiempo, en el que pareces no tener ni un respiro, o en el que estás cansada de escuchar tu propia respiración, debes darte la oportunidad de disfrutarte.

Disfrutar de lo que es importante para ti y aprender a dártelo.

Entiendo que extrañes algunas de las actividades que no es posible hacer, pero eso no es justificación para que no intentes hacerlas en casa, con tu círculo más cercano, a solas o conectada en comunidad con quienes tienen tus mismos valores.

Deja de culpar a todos y a todo como los responsables de tu mala organización y toma el poder que tienes de hacer las cosas diferente. No es posible que ahora, 18 meses después de la pandemia tu sigas pretendiendo vivir como lo hacías antes de ella y sigas sin poder organizarte para atender esta rutina que tiene exigencias tan diferentes a las de antes.

Haz lo que desees hacer, comprométete con nuevos aprendizajes, explora nuevas áreas, ejercítate o busca pasatiempos, cultiva la paciencia, descansa en la meditación, pero sobre todo no te dejes vencer, puedes ser tan productiva como lo desees, aunque a veces no tengas ganas de hacer nada, tu compromiso contigo misma será tu mejor motivación.

Muchos saludos,

– Mariela Sánchez

 

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