De seguro sabes, consciente o inconscientemente de la importanci del desarrollo constante.

Puede que seas de las mujeres que buscan ese desarrollo constante a través de tu carrera profesional.

Y si lo haces estaría muy bien.

También puede ser que estés en tu camino de desarrollo a través de más preparación académica.

Y eso también estaría muy bien.

E incluso puede que hayas establecido un camino de desarrollo familiar.

Y por supuesto que eso estaría bien.

Cualquiera que hayan sido tus metas, siempre has sabido, escuchado y hablado sobre lo necesario del desarrollo constante.

Pero eso no significa necesariamente que estés sacando todo tu potencial, que seas consciente de tu crecimiento personal o que te sientas satisfecha con los resultados que has obtenido.

Es por eso que hoy quiero hablarte sobre el compromiso que deberías tener contigo misma respecto a tu desarrollo.

 

La diferencia de una mujer exitosa

Hablemos con sinceridad y directo al punto.

La diferencia de una mujer exitosa y una que no lo es está en el compromiso que tiene consigo misma para mantenerse en desarrollo constante.

Imagina a una mujer verdaderamente empoderada.

Con seguridad te la imaginas como una mujer segura de sí misma.

Por supuesto que será una mujer con buena autoestima!

Y lo es porque es una mujer que sabe lo que tiene, lo que vale, lo que puede ofrecer y lo que puede construir.

También te la imaginarás atractiva.

Pero su brillo no será por su apariencia física, sino por la actitud que mantiene y por la forma como sabe expresarse.

Y por supuesto, te la imaginarás INTERESANTE.

¡Claro que si!

Una mujer verdaderamente empoderada se mantiene en desarrollo constante, por lo tanto es una mujer sumamente interesante.

No arrogante, ni sabelotodo.

Sino una mujer con paz en su interior y seguridad suficiente sobre sus capacidades que sabe concentrarse en lo positivo.

Así que no te equivoques, ni pienses nunca que una mujer exitosa que se conforma con dar el primer paso o con alcanzar el primer logro.

Una mujer verdaderamente exitosa es la que sabe que siempre tiene algo que aprender, algo por descubrir, algo por crear, algo por entregar.

Es por eso que una clave esencial del éxito está en el desarrollo constante.

Desarrollo profesional, académico, familiar o personal, cualquiera que tú desees o todos en combinación.

Pero atrévete, mantén una mente de principiante, abre tu perspectiva y permítete aprender más.

 

El camino hacia tu empoderamiento

Si aún no me conoces descubrirás que cuando te hablo de una mujer empoderada te hablo de:

una mujer dueña de sus decisiones,
orgullosa de sí misma
y satisfecha con la vida que diariamente construye.

 

Y el desarrollo constante es parte de ese camino.

Además:

Tú tienes el poder sobre tu vida.

Y tu poder se engrandece cada vez que te permites crecer.

Tú puedes llegar a ser cuán exitosa quieras.

Lo importante es decidir a dónde quieres llegar, qué mujer quieres ser y comprometerte a lograrlo.

Pero ATENCIÓN,

Ahora viene lo más importante:

Empoderarse no ocurre en un instante, sino que es un camino que se construye diariamente.

Lo que hoy piensas que es tu meta, no lo será el día de mañana.

Tu evolución no se detiene, tu capacidad de construir nunca llega a su límite y tus sueños no pueden posponerse.

De eso se trata el empoderamiento.

De ser esa mujer segura de sí misma, con relaciones interpersonales sanas.

Ser una mujer en constante desarrollo, con grandes sueños y perseverancia.

De atreverte a descubrir más al mismo tiempo que fortaleces tu capacidad de disfrutar de tu vida presente.

Así que hoy te invito a comprometerte contigo misma, a crecer, a permitirte brillar.

 

Preguntas claves para reflexionar

Quiero contarte una anécdota.

Cuando empecé con la creación de la Comunidad Mujeres Empoderadas dediqué mucho tiempo a analizar, cuestionar e identificar qué significaba el empoderamiento para mis lectoras.

Y entre los resultados me encontré con el siguiente gran denominador común:

La mayoría de las mujeres relacionaba el empoderamiento con la buena autoestima, el poder de decisión y la independencia.

Características completamente ciertas de una mujer empoderada.

¡Claro que quieres sentirte segura y orgullosa de ti misma!

Por supuesto que quieres tomar las riendas de tu vida y ser independiente.

Lo entiendo completamente y estoy de acuerdo contigo.

Pero hay algo que, aunque todas saben muy bien, olvidan considerarlo en la realidad.

y es que empoderarse es un compromiso constante.

Es un recorrido, auto descubrimiento, compromiso y evolución diaria.

Es cierto que el empoderamiento nace con una decisión,

la decisión de permitirte ser la mujer que tú quieres ser y construir la vida con la que sueñas.

Esa es la decisión con la que inicia todo.

Pero la visión de la mujer que tú quieres ser evoluciona con tu crecimiento diario y la visión de la vida que quieres tener evoluciona con las experiencias que construyes.

Es decir, requieres de un desarrollo constante .

 

Te comprometes a ser una mujer en constante crecimiento.

Así que presta mucha atención:

Quiero que traigas a tu mente las cualidades que mejor te caracterizan.

Piensa en aquello que eres buena,
en aquella capacidad de la que te sientes segura,
o en ese talento del que disfrutas.

Piensa en todas tus fortalezas.

Y ahora responde:

¿Cuán seguido hablas de las características positivas que te describen?

¿Cuántas veces dedicas tiempo, dinero y energías a tu desarrollo sin justificarte?

¿Sabes cómo se siente la satisfacción de aprender y descubrir algo nuevo?

 

Me refiero a inscribirte en un nuevo curso sin afirmar que lo haces para mejorar en tu trabajo, o porque tu jefe te lo pidió, o porque es un requisito de ingreso.

Inscribirte en un curso y decir con orgullo que lo haces por ti, porque te gusta e interesa.

Me refiero también a las conversaciones que destinas a contar sobre la pasión que sientes al aprender, mejorar o entrenarte sobre algo que te interesa.

Si, me refiero a las veces en las que te construyes a ti misma y te permites disfrutar de hacerlo.

Porque ahí está la prueba de tu desarrollo, en cultivar conscientemente tus fortalezas y disfrutar orgullosa de ti misma.

Quiero que reflexiones sobre el valor que has entregado a tu desarrollo, sobre tu capacidad de disfrutar de lo que tienes a tu alrededor.

Se trata de construir un estilo de vida que vaya más allá de una rutina con la que no te sientes dueña de tus decisiones.

Si es que sientes que te has dejado de lado entonces es momento de regalarte una oportunidad diferente.

O si miras que tu rutina es agobiadora, aburrida o que no se parece en nada a lo que soñaste para ti, entonces es momento de volver a conectarte contigo misma.

Y si es que tienes miedo de que sea muy tarde para hacer cambios en tu vida, entonces debes saber que no hay momento más perfecto que ahora para empezar.

 

Ejercicio práctico para mantenerte en desarrollo constante

Después de reflexionar sobre las preguntas que te plantee en el punto anterior te invito a llevar a cabo el siguiente ejercicio.

Tu misión es:

Cada día conversar durante breves minutos sobre algo que conozcas o que hayas aprendido.

Cada día, todos los días.

Conversa con tu colega de trabajo sobre la estrategia laboral que normalmente utilizas.

Habla sobre los conocimientos que empleas para solucionar problemas.

Comparte con otros una noticia interesante sobre aquel pasatiempo que a ti te encanta realizar.

Comunica a tu familia sobre tu interés en especializarte más en aquella fortaleza que tienes.

Etc., etc., etc.,

Al intentar hacerlo posiblemente descubrirás cuán sumergida estás en una rutina que no favorece tu empoderamiento.

Tómalo como un desafío y ten la seguridad de que mientras logres cumplir con esta práctica significará que estás haciendo algo para mantenerte en constante desarrollo.

Cada día que logres comunicar con orgullo sobre algo que conoces o sobre algo de lo que estás aprendiendo significará que vas por buen camino.

Y si no, entonces es porque te falta incluir en tu rutina un momento para ti misma, para fortalecerte, desarrollarte y continuar creciendo.

 

Muchos saludos,

Mariela Sánchez.