La comunicación no verbal grita lo que ocurre en tu mundo interior y ante eso no hay palabras que lo escondan.
Todas queremos mejorar nuestra comunicación, ¡Por supuesto!
Hacerlo tiene un sin número de ventajas.
Pero tanto nos concentramos en seguir una teoría y en hablar bonito que nos olvidamos que tu cuerpo es capaz de comunicar incluso más que tus palabras.
En este artículo quiero concentrarme un poco más en tu postura, en el inmenso poder que esta tiene en tu comunicación no verbal.
Sabes que es necesario establecer una buena comunicación.
También sabes que no es lo mismo hablar que comunicar porque la comunicación engloba otros factores y acciones incluyendo las expresiones corporales.
De igual forma, toda comunicación está relacionada y condicionada por las emociones, los pensamientos y las sensaciones.
Así que te aseguro que tienes la capacidad de manifestar lo que sientes y piensas por medio de tu comunicación no verbal y en ella tu expresión corporal.
Y esto te lo aseguro porque tu postura establece el primer diálogo en tu comunicación.
Incluso antes de comenzar a pronunciar alguna palabra, tu cuerpo ha expresado parte de lo que sientes y piensas.
Tu cuerpo se mueve y te delata porque tu cerebro recibe la información de lo que sientes y piensas y la procesa inmediatamente.
Y así, de manera automática, es reflejada mediante estímulos por tu cuerpo o por la postura que tomes.
Hablemos entonces de tu comunicación y de lo importante que es tu postura en ella.
Comunicación verbal y comunicación no verbal
La forma de transmitir información y cómo es recibida indica de manera directa cómo es dada la comunicación.
No importa si es una comunicación no verbal.
En comunicación quiero resaltar que el comunicarse no está relacionado única y exclusivamente con hablar, puesto que puedes comunicarte de varias maneras, aún sin pronunciar una sola palabra.
Pero aún así la comunicación verbal es la que es tomada más en cuenta en nuestras intenciones de mejorar.
Pero la comunicación no verbal también es muy importante.
Comunicarse verbalmente corresponde a transmitir el mensaje mediante palabras.
Pero no necesariamente de manera hablada u oral, sino que también el comunicarse de manera escrita es considerado comunicación verbal.
Cada segundo te comunicas (consciente o inconscientemente) tanto en tu hogar, con tus familiares, con tus amigas, como en el trabajo, de manera directa e individual, como de manera grupal en reuniones.
Siempre te estás comunicando y por ende, siempre estás expresándote.
Y de todas estas, solo unas pocas veces tienes conciencia plena de estar comunicándote.
Ahora bien.
Deseo que pienses en tu comunicación como un poder mágico.
Como si cada palabra que dices y gesto que haces tuviera la capacidad de transformar situaciones tal y como lo harías con una varita mágica.
Imagina entonces que tus palabras llegan con poder y que tu mirada, hombros, manos también tienen poder.
Así es de importante la comunicación, todo lo que comunicas.
Lo que tu postura comunica frente a la cámara de tu computador
La tecnología es hoy por hoy la herramienta más importante en todo nuestro mundo y las reuniones digitales son parte imprescindible en tu ámbito profesional.
A través de un computador tienes y accedes a tu mundo personal y laboral y hoy por hoy es posiblemente el compañero con el que más horas compartes al día.
Pero saber manejar un computador, ser experta en las áreas en las que te desempeñas en tu empresa o ser líder no te asegura que estés comunicándote apropiadamente frente al computador.
Y es que recuerda, estar parada caminando frente a tus colegas mientras expones, tener reuniones una a una en tu oficina, o realizar presentaciones en una sala de reuniones es muy diferente a hacer todo esto digitalmente.
Y tú ahora necesitas saber comunicarte, llegar a las personas, relacionarte y liderar a través de un computador en reuniones en las que tienes un promedio de 2,5 minutos seguidos de la atención de quienes de acompañan.
Al concentrarnos en tu postura frente a la cámara de un computador.
Primero; tu presencia una reunión laboral no deja de ser importante, más allá de que te encuentres en la comodidad de tu hogar.
Hombros hacia atrás y si estás muy cansada siéntate un poco al filo de la silla para obligarte a tener una postura erguida.
Asegúrate que la cámara te enfoque en el medio de la imagen, nadie quiere ver el techo de tu casa y tampoco queremos que partes de tu rostro salgan cortadas.
Coloca tu computador a una distancia suficiente para que se te pueda ver por lo menos hasta la mitad de tu tórax; de esta forma tu movimiento corporal será mejor percibido.
Usa sillas adecuadas y si estás cansada o tienes dolores de espalda, te recomiendo sentarte a veces en una bola de yoga a trabajar.
Esto ayuda a tu postura y te activa.
Asegúrate que la luz sea buena y que el fondo detrás de ti sea un entorno en el que te sientas tranquila.
Y si crees que no tienes el espacio adecuado en tu casa, o no tienes un computador o dispositivo con el que puedas colocar de forma adecuada tengo una verdad que decirte:
Si después de un año aún no cambias tu sala, lugar en el que no recibes a nadie y está abandonado, y no te has regalado un espacio apropiado para trabajar, entonces tienes grandes problemas al definir prioridades.
Y si en este último año te has comprado una blusa nueva, pero no te has comprado un trípode para colocar tu celular durante tus reuniones o un escritorio apropiado, entonces definitivamente tienes que redefinir tus prioridades.
Lo que tu cuerpo expresa en una reunión presencial
Cuando tienes una reunión importante lo primero que piensas es en qué ponerte, con qué ropa presentarte a ella.
Además depende de la magnitud y relevancia puede que te sientas algo nerviosa y hasta ansiosa y es esto es lo que tu cuerpo va a reflejar cuando estés en esa reunión.
Antes que nada quiero compartir una frase que aprendí hace más de 15 años, ni siquiera recuerdo quién o porqué me lo escuche;
«No dejes nunca que tu apariencia distraiga la atención de lo que quieres decir.»
Así que atención; el mensaje es lo más importante y la seguridad que tengas al decirlo es indispensable.
Así que concéntrate más y prepárate más en ello que en cómo te ves.
Ahora sí hablemos de tu postura en la comunicación frente a frente.
En una reunión presencial el cerebro establece diversos estímulos en los que te permite, mediante sensaciones, entretenerte.
Es muy fácil para ti desviar la mirada, percibir olores, escuchar sonidos diferentes, etc.
Se estima que 70% de lo que percibes llega de la imagen que aprecias.
Así que al preparar tu discurso recuerda considerar tus expresiones corporales y comprende el poder que tienen para llamar la atención y despertar emociones en quienes te escuchan.
Tu postura en una reunión presencial va a manifestar abiertamente tus emociones.
Si estás nerviosa, distraída, molesta, de acuerdo o no con el tema a tratar en la reunión, etc.
Es muy fácil expresarte mediante movimientos corporales y acciones que se reflejan en tu postura frente a la reunión y con ella manifiestas si estás cómoda, a gusto, interesada, etc.
Por fortuna, si no eres muy buena en este aspecto aún, debes saber que la mayoría de personas está más concentrados en sí mismos que en el resto.
Y por lo tanto, después de la primera impresión, dejarán de prestarte atención y su juicio de valor probablemente se mantendrá atado a esa primera impresión.
De todas formas, en este aspecto considera también posturas como mantener la espalda recta, los hombros derechos, tus manos y tu mirada atenta pero tranquila.
No olvides hacer algún gesto de estimulación a quien habla, de mirar a quien te diriges, de hacer pausa para organizar tus ideas y de usar tus manos para enfatizar.
Recuerda, tu cuerpo tiene poder al momento de comunicar.
Úsalo a tu favor.
Lo que comunicas con tu cuerpo al hablar por teléfono
¿Pensabas que puedes esconderte al apagar la cámara?
¿Crees que estás detrás de la cámara, ser la técnica, o no tener que ser la cara de la presentación te absuelve de la obligación de saber comunicar?
Lo siento, en ambos casos debes saber que tu postura importa y afecta muchísimo el trabajo que haces y, por supuesto, la comunicación que mantienes por teléfono o al escribir tu correo.
Ahora bien, cuando trabajas o hablas por teléfono quizá no prestas tanta atención a tu cuerpo, por lo tanto no es posible que constantemente tomes una postura de tu cuerpo diferente.
No siempre te sentarás igual, ni agarrarás el teléfono de la misma manera.
Porque todo depende de diversos factores como; el tipo de llamada, la persona con quien hablas, el tema de conversación, el lugar donde te encuentres, el estado emocional en el que te encuentras, el nivel de consciencias sobre tu postura, entre otros.
Cuando estás en una llamada telefónica sueles hacer una serie gestos y movimientos, sonríes, cierras los ojos, abres la mirada con cara de asombro, etc.
Ante esto, lo primero que deseo para ti es que tengas las manos libres al hablar por teléfono.
Mueve tus manos para enfatizar, úsalas para comunicar aunque no te estén viendo porque te aseguro que la otra persona lo va a percibir.
Si estás nerviosa antes de la llamada haz un poco de ejercicio antes, levanta tus brazos, sacude tu cuerpo, saca los nervios de tu cuerpo a través del movimiento.
Y si estás cansada, haz lo mismo.
Tu cuerpo transmite energía y refuerza tu comunicación y tú vas a querer mantener congruencia entre lo que dices o escribes y lo que quieres alcanzar con el mensaje.
Lo que pierdes al no mirar al otro
Al hablar con alguien o dar una conferencia o reunión, una de las cosas imprescindibles e inevitables es el contacto visual.
Y para eso mantener la mirada en el oyente son unas de las reglas de oro de toda buena hablante.
Porque la mirada emplea una función única en la comunicación, porque permite al emisor tomar el papel del receptor al recibir respuesta.
Para que un proceso de comunicación sea efectuado de manera efectiva es necesario el contacto visual con el otro.
Ya que esto te ayuda para que comience una interacción y además te permite reflejar seguridad, permitiendo la generación de más palabras mientras miras al oyente o a los oyentes.
La importancia de mirar al otro durante una conversación radica principalmente en que la mirada cumple funciones de sincronización y acompañamiento entre la palabra y el contacto visual.
Es decir; la mirada refuerza lo hablado.
Mirar al otro indica de manera activa sentimientos y empatía, así como estabilidad, confianza, respeto y seguridad propia.
Mientras que hablar sin mirar a la persona con la que hablas o al grupo de persona en una reunión podría manifestar timidez, apatía, poco interés por esa reunión o conversación.
Si al hablar evitas hacer contacto visual, no quieres mirar al otro; definitivamente pierdes el sentido de la comunicación, puesto que el mensaje no llegará de manera directa o efectiva y lo más grave, pierdes credibilidad en el tema.
En la comunicación todo cuenta y cuando creas que ya al hablar y exponer tu punto de vista lo has dicho todo, recuerda que tu postura habla por ti.
Tu postura es capaz de comunicar y reflejar todo eso que no has dicho con palabras.
Tu cerebro es sabio y ofrece estímulos sensoriales para que no todo te quede en las palabras o te quedes sin ellas, sino que tu cuerpo hable por ti.
El lenguaje verbal es súper importante y es el más común y usado, pero se puede decir que el lenguaje no verbal siempre mostrará algo que decir, incluso si es que no te están viendo directamente.
Cuando estás frente a la cámara de tu computadora en una reunión importante, o en una llamada telefónica decisiva, tu expresión corporal siempre será la que manifesté lo que sientes y pienses.
Te aseguro que decisiones importantes pueden derivarse de tu postura.
Espero que este artículo te sea de mucha ayuda.
No olvides dejarme tu comentario.
Saludos,
– Mariela Sanchez.
Coach de mujeres de ejecutivas y profesionales.
Ayudo a mujeres profesionales a dar el siguiente paso en sus carreras manteniendo un balance personal y profesional sano.
https://marielasanchezcoach.com
Creadora de Mujeresempoderadas.com