Sabemos que la comunicación y una apropiada interacción puede significar la clave esencial de éxito en toda relación.
Las relaciones amorosas de construyen, crecen y se mantienen gracias, entre otros factores a una buena comunicación.
Las mejores negociaciones se logran con clara comunicación.
Y si quieres mejorar tu condición laboral o aspirar a una nueva y mejor posición, la forma como te vendas a ti misma es clave.
Y es que en general, tú puedes tener lo mejor de cada oportunidad y de cada relación si mantienes una interacción y comunicación apropiada.
Pero, ¿qué significa esto?
Y aún más importante
¿Cómo puedo lograrlo en esta era de Covid-19?
Sígueme y te conversaré de ello.
La nueva realidad tras covid-19
Hace poco leí la publicación de un estudio concentrado en relaciones de pareja y mostraban que tan solo en el mes de Agosto del 2020 existió un incremento de 39% en los divorcios en EEUU.
Y algo aún más revelador lo mostró una firma de abogados en divorcios que informó que desde Julio hasta Septiembre tuvieron un incremento sostenido de 70% en las llamadas a consultas y contratación de asesoría en divorcios.
¿Por qué?
Porque las parejas que tenían relaciones regulares o mediocres sobrevivían en una rutina en la que las reuniones sociales, los trabajos, la familia y las actividades de distracción escondían o amortiguaban las diferencias en la relación.
De repente son parejas que no se conocen entre sí, que no saben expresarse y/o que llevan acumulado una serie de reclamos que convirtieron el hogar en una olla de presión.
¿Qué hubiese sido de estas parejas si cada uno de ellos supiera dialogar, llegar a acuerdos, generar compromisos y tener verdadera conexión con sus parejas?
¿Hubiesen podido llevar mejor la nueva realidad en la que vivimos y seguimos viviendo por lo menos los siguientes años?
Me gustaría decir que sí, pero estoy segura que dependería de cada caso.
Lo que sí puedo afirmar es que aquellas parejas que si saben comunicar e interactuar como verdaderos compañeros de equipo han vivido la era del Covid-19 como un desafío que los ha unido más.
Y en el ámbito profesional no es más fácil.
La dinámica cambió completamente y aquellos que se valían de su presencia, de su carisma en los encuentros en las cafeterías, o incluso en sus prendas de vestir para sobresalir y ganarse un espacio de mayor poder han perdido su zona de confort.
Y para quienes viven situaciones familiares difíciles, para quienes la oficina era su único espacio de paz, han perdido también su pequeña área de confort y además se han visto obligados a exponer parte de su caos familiar que tanto les ha costado esconder.
Sumando todo el aspecto personal y familiar llega el desafío tecnológico…
Y no me refiero solo a los temas técnicos. Sino también a saber expresarse viendo a una cámara, poder interactuar, escuchar y ser escuchados en un promedio de atención de 20 segundos por participación.
Y ganar la batalla por el puesto, por el aumento, por el nuevo cliente, por el bonus, etc. mientras la economía se contrae, los hijos piden el computador para sus clases, la olla borbotea en la cocina y la ropa lleva 2 horas desde que se terminó de lavar sin que nadie la ponga a secar no es NADA fácil.
¿Cómo lograrlo?
Paciencia, resiliencia, fortaleza interior y mucha mucha comunicación.
El mayor problema en la comunicación e interacción en esta era
Como lo mencioné antes, cada una de nosotras nos enfrentamos a cientos de desafíos personales, familiares y profesionales.
Pero hay un denominador común que es el peor y mayor problema en la comunicación e interacción tras el Covid-19 y son los malentendidos.
Mala interpretación, malos entendidos, ofensas in intencionadas y asumir debido a una pobre habilidad de comunicarse asertivamente en medios digitales junto con una pobre habilidad de comunicarse asertivamente con un gran peso emocional por el encierro.
Y es que si antes, cuando nos veíamos frente a frente y expresábamos con nuestro cuerpo entero en un espacio dedicado exclusivo a esa conversación no lográbamos comunicarnos bien, no se diga ahora.
El coctel de la presión económica y familiar, junto con la presión emocional por el encierro, sumado el hambre por el desarrollo personal y profesional hacen el escenario perfecto para que cada persona rompa con las características más básicas de una buena comunicación.
Las características básicas de una buena comunicación
Aquí no voy a revelar ninguna ciencia y todo lo que vas a leer posiblemente ya lo conoces, pero lo menciono para luego reflexionar lo difícil que es pasar de la teoría a la realidad.
Característica # 01 Escuchar
Lo sabes verdad, hay que escuchar con la intención de entender al otro y no de responder.
Pero hay 3 factores que hacen que lograrlo sea muy difícil.
Primero es difícil escuchar si tienes muchas distracciones al mismo tiempo. Si otros hablan de temas diferentes cerca a ti, o si estás más preocupada de cómo te ves tú sin poder al mismo tiempo ver toda la expresión corporal de la otra persona es difícil pedirte la absoluta concentración.
Segundo; es difícil escuchar al otro cuando tienes vacíos emocionales. Esto ocurre ya que indudablemente buscarás centrar la conversación en ti, aprovecharás cada oportunidad para desahogarte de emociones que no te has dado el tiempo de comprender y/o recibirás la información con una sobredosis de carga emocional recibiendo cada palabra o gesto a título personal, incluso si el tema de conversación nada tiene que ver contigo.
Y finalmente la presión del tiempo. Nos cuesta escuchar, pero queremos tanto hablar que es inevitable que la mayoría busque intensamente un espacio de expresión, incluso si repite lo mismo que los otros, o si no tiene nada que ver con el tema.
Característica # 02 Hablar directamente
¿Has tenido ganas de una conversación de adultos?
¿Tienes ganas de un respiro de los temas de casa y familia?
¿Se te antoja quejarte abiertamente y hablar y hablar incluso si no tiene sentido?
¿Verdad que sí?
No te culpes, no eres la única. Todas queremos ese tiempo para una misma, para hablar y conversar sin caer en discusiones o mencionar el listado de cosas pendientes que hacer en casa.
Y ya que tienes esa necesidad a flor de piel, los temas se cruzan en cada conversación como un popurrí de varios colores. Unos muy alegres y positivos y el minuto siguiente otros devastadores y sombríos.
Y si se intentas hablar directamente y topar el tema conciso, entonces las etiquetas de ‘amargada’, ‘apurada’, ‘estresada’ no se dejan esperar.
Además, tenemos que considerar los des tiempos que llevamos todas en nuestras conversaciones. Si tu amiga te escribe a las 09:00, posiblemente le cargas de mensajes de respuesta recién a las 15:00 y ella no verá tus mensajes completos sino hasta la noche y no te responderá sino hasta el día siguiente.
¿Hablar directamente?
Difícil. Especialmente porque la mayoría de las veces no quieres comunicar algo específico sino tan solo se busca la interacción que te permita aún sentirte parte de algo.
Y podría seguir detallando todas las otras características, pero no quiero que ese sea el objetivo del artículo, sino que quiero mostrarte lo que sí puedes hacer ahora para tener una buena comunicación e interacción.
Sígueme de cerca. Tú quieres hacer consciencia de esto.
Claves para tener buena comunicación e interacción en la era del Covid-19
Vamos ahora sí a la parte importante, a las nuevas bases esenciales de la comunicación.
Mira mis sugerencias y reflexiona qué puedes hacer para incluirlas en tu rutina diaria.
# 01 Atención a los modales
¿Recuerdas cuando eras pequeña y te llevaban a casa de los abuelos o amigos de tus padres?
Ellos insistían seguramente en lo siguiente:
Saludar, no interrumpir, no contar detalles familiares, pararte recta, ir bien vestida, agradecer…
¿Te suena familiar?
Pues en la comunicación digital no puedes perder los modales más básicos.
Mediante correo electrónico ser claro, conciso, hablar del tema del que te refieres, comunicar tu mensaje y hacer las preguntas que deseas si es que ese es el caso.
Cuidando la gramática, la ortografía y la cordialidad.
Y si son mensajes de texto, hacer una gran diferencia si le escribes a tu sobrina de 15 años que si le escribes a tu colega de trabajo, que si le escribes a tu pareja y que si le escribes a tu amiga.
Si son video llamadas respetemos el espacio de los otros, asegurar estar puntual, no morderse las uñas o hurgar tu nariz. Estar vestida, no necesitas estar especialmente arreglada, pero sí vestida y que el área donde hablas esté limpio para ti y para los que ven a través de tu pantalla.
Y si es en persona respetar un espacio de distanciamiento, cuidarte y cuidar a los otros usando la protección que mejor consideres. Y muy importante; hablar pronunciando claramente e ir directo al punto lo más rápido posible. No olvides tampoco tu expresión corporal ya que con mascarilla no es tan fácil entender, escuchar o percibir, así que ayuda a quien te escucha a hacer un encuentro más fácil.
# 02 Apagar o silenciar las notificaciones
No hay peor cosa que mantener una video llamada con alguien a quien le suenan diferentes tonos y vibraciones de fondo.
Si en persona es completamente inaceptable tener interrupciones por sonidos y vibraciones del celular, en digital es igual de malo. Configura tus aplicaciones para que las notificaciones no desprendan ningún sonido o vibración y si quieres ser realmente respetuosa apaga toda notificación durante las reuniones o conversaciones valiosas.
Créeme, a través de la cámara o debido a tu cambio en el tono de voz y respiración podemos saber si estás escuchando o si estás teniendo alguna emoción debido al mensaje que te acaba de llegar.
# 03 Desacelerar el tiempo
La era digital es rápida, recibes cientos de notificaciones diarias por cada red social y dispositivo electrónico que tienes. El multi tasking es una de las características más comunes en las personas y la sensación de que no tienes tiempo para nada está constantemente presente.
Pero vamos, es hora de respirar y recordar que al otro lado de la pantalla hay un ser humano. No es el feed de Facebook como para darte respuestas y novedades cada 3 segundos. Es una persona que merece la oportunidad de procesar la información, de pensar en su pregunta o respuesta, de asimilar las emociones que siente y de preparar su argumento.
Y esta persona merece poder hacerlo sin ver como tú perdiste el interés, o como prendes y apagas la cámara 10 veces, o como miras tu celular, o como respondes un correo electrónico.
Espacios de conversación más objetivos pero íntimos y respetuosos en lugar de rápidos encuentros cargados de ansiedad, apuro o aburrimiento.
# 04 Apagar y desconectarte
No, no necesitas estar conectada 24 horas al día.
Incluso yo, que tengo mi empresa, negocio y todos mis servicios son 100% digitales a nivel mundial con varias zonas horarias me permito apagar y desconectarme de todo.
Y está bien hacerlo.
Tú, tu familia, amigos y colaboradores merecen respeto y eso incluye su tiempo.
Si estás recostada junto a tu pareja viendo una serie y al mismo tiempo estás chateando o viendo las notificaciones, entonces no estás respetando a tu pareja, su relación, o incluso tu tiempo de distracción.
Si estás cenando, acostando a tus hijos, leyendo o incluso conversando con alguien mientras miras notificaciones, entonces no estás respetando, ni a ti y a tu tiempo ni a quienes te rodean.
«¡Es imposible!» me dirán algunas.
» Necesito ver lo que está ocurriendo, responder esos mensajes, atender a ese cliente, etc. etc.»
Lo siento, pero si no es posible tener vida fuera de un celular en constante sonido, entonces estás haciendo las cosas mal.
O tienes un mal sistema, o no sabes poner límites, o no te estás organizando apropiadamente.
Sea lo que sea, tú necesitas un tiempo para ti, un tiempo fuera de línea, lo mereces y lo necesitas.
# 05 No utilizar cada sistema de su forma exclusiva
Hacer video llamadas no es lo mismo que enviar un mail y ninguna de los dos es parecido a un mensaje de texto.
Cada medio tiene su forma, al igual que cada red social tiene su rango y forma de comunicación.
Así que durante las video llamadas apaga tu micrófono cuando no estés hablando ya que nadie quiere escuchar a tu perro ladrar, a tu pequeña llamarte, a las puertas de tu casa cerrarse, ni a la lavadora de platos en constante acción.
Prende el micrófono solo ante cada intervención y luego vuelve a apagarlo.
Escribe mensajes de textos para enviar mensajes específicos y no para mantener una conversación. No caigas en la tentación de perder la individualidad enviando mensajes cadena o transmitiendo información como una locutora de radio antigua.
Inténtalo. Escribe un mensaje a tu amiga para hablar a una hora exacta y llámala. O si prefieres la espontaneidad, hazlo ahora. Pero te aseguro que hablar por 20 minutos con ella será mucho mejor que estar 45 minutos escribiendo mensajes al mismo tiempo que haces otras cien cosas.
Las redes sociales son para compartir, unir y establecer relaciones. Al menos de esa forma fueron creadas así que utilízalas para ello. Contacta a tus amigos, escríbelos en privado, establece relaciones y disfruta. Si una red social te genera ansiedad, pérdida de tiempo, tristeza o momentos de conflicto, entonces la estás utilizando mal y quizá en momento de plantearte dejar de utilizarla, al menos por un tiempo.
# 06 No estar presente
Quiero que comprendas que la era digital y todas las facilidades de comunicación e interacción que tenemos pueden ser positivas si aprendemos a valorarlas y usarlas apropiadamente.
No hay peor cosa que estar conectado y no estar presente.
¿Qué significa esto?
Estar conectado por medio de video llamada con cámara y micrófono apagado mientras miras una serie, mientras juegas un juego, mientras escribes un correo o mientras estás leyendo este artículo. No lo hagas. Las personas que están hablando lo hacen considerando a quienes los escuchan, el número de asistentes, la interacción, etc. y cuentan con que tú estés presente. Verdaderamente presente.
También significa estar en una llamada telefónica mientras te pintas las uñas, mientras lees una revista, o mientras haces las compras en línea. No estás presente y eso hace que no hagas bien nada de lo que aspiras hacer.
Y es que al igual que cuando compartes tiempo con quienes amas, siempre va a existir una inmensa diferencia entre escuchar estando presente y estar presente sin escuchar.
Cultivar una comunicación e interacción asertiva está en tus manos, yo quiero que tú aproveches de las oportunidades digitales que tienes para expresar, obtener lo que quieres y construir relaciones sanas, incluso si son solo a través de una computadora.
En este video te comparto algunos concejos más sobre cómo comunicar mejor tus ideas:
Hasta pronto,
Mariela
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