¿Cómo mejorar tu productividad en un mundo extremadamente dinámico, cargados de información valiosa y también de estímulos innecesarios?
Este entorno por un lado nos impulsa a tener más ideas, a desear más y a exponernos a nuevos desafíos.
Pero por otro lado nos llena de autocríticas, de justificaciones para procrastinar y de miedos.
¿Cómo incrementar tu éxito en este entorno casi asfixiante?
¿Qué puedes hacer para concentrarte en lo que es verdaderamente importante?
Dos preguntas que espero responder en este artículo en el que te presento la productividad como solución a las barreras que te están limitando.
Imagina lo siguiente:
Imagina que un buen día te despiertas con las mejores energías posibles.
Tuviste una reparadora noche y tienes la mente clara con ideas de lo que quieres alcanzar el día de hoy.
Durante tu tiempo en la ducha todo parece perfecto.
Te sientes motivada, enérgica y positiva.
Antes de vestirte decides ver tu celular para comprobar cómo será el clima este día y así escoger un atuendo ideal.
Y sin que te des cuenta ya estás atrasada al trabajo.
El breve instante para verificar el pronóstico del clima se convirtió en revisar la temperatura, ver atuendos en Pinterest, ideas de nutrición para bajar de peso, comprar un artículo deportivo en internet, frustrarte por no haber empezado a ejercitarte antes, culparte por la pizza de la otra noche, ver más de 10 minutos del feed de Instagram bajo la búsqueda de #ejerciciosabdominales.
Una vez en la oficina, tras haber luchado contra el tráfico empiezas con tus actividades laborales.
Los documentos en tu computador empiezan a desplegarse, el teléfono a sonar y los colegas a conversar.
Una cosa lleva a la otra y sin ser consciente ya es medio día y tú no has avanzado nada con el informe en el que debías trabajar.
Aún está abierta la pantalla con el video gracioso que recibiste por correo, no dejas de pensar en la historia que escuchaste sobre la hermana de tu colega y olvidaste hacer la reserva que prometiste a tu pareja.
Llegas a casa más tarde de lo normal porque tuviste que completar el trabajo que dejaste para último momento, tu pareja te espera listo para la cena familiar a la que fueron invitados y tú solo debes pasar a cambiarte rápidamente de ropa.
Pero claro, tardas más de lo planeado porque en el desorden de tu armario no te fijaste que la ropa que pensabas usar no está planchada. Tardas en verificar otras alternativas y finalmente te decides por una al apuro.
Al final, el día no ha sido malo.
Disfrutaste mucho de la cena familiar, el informe en el trabajo se entregó y tu pareja ya se olvidó tu retraso.
Pero seamos sinceras, no puedes seguir viviendo así, sobre todo si sigues aspirando ser una persona productiva y exitosa.
La solución, generar hábitos para mejorar tu calidad de vida mejorando tu productividad.
La clave para generar hábitos exitosos
Antes de entrar en detalle sobre cómo mejorar tu productividad quiero que comprendas que para cambiar tu vida incorporando nuevos hábitos, la clave no está en el hábito en sí, sino en lo que está al rededor de ellos.
Tu objetivo no es lograr cumplir con el hábito sino construir un estilo de vida que te permita ser la mujer que tú quieres ser.
Así que en lugar de pensar en todo lo que «tienes» que cambiar, dejar de hacer, o mejorar piensa en aquello que deseas alcanzar.
Al final, el objetivo esencial es tu mayor motivación.
Dicho esto te comparto la siguiente información con la intención de que la tomes para uso y no para ahogarte con más lecturas.
No necesitas más información, ¡necesitas acción!
No más análisis y manos a la obra:
# 01 Mantenerte en desarrollo constante
Una de las principales claves de éxito es mantenerte en desarrollo constante porque de esa forma aprovechas de las herramientas de las que dispones.
Como te lo dije al inicio, vivimos en un mundo extremadamente dinámico y cada día aparecen nuevas herramientas que pueden ayudarte a mejorar tu desempeño.
Así que abre tu mente al aprendizaje continuo, permítete crecer, desarrollarte y evolucionar.
Si hoy eres especialista en algo, si lo estás haciendo bien y eres exitosa gracias a tu expertis en ello, entonces actualiza tus conocimientos y tu experiencia con mayor frecuencia.
Lo que te ha hecho experta el día de hoy no te mantendrá exitoso, sino que tu éxito dependerá de tu capacidad de mantener tu expertis en circunstancias y competencia ambiciosamente cambiante.
Pero atención, tu desarrollo constante no debe ser por pura competencia, por obsesión de siempre querer más, sino por el placer de aprender, de utilizar lo que conoces, de crecer.
Crece en tu propio sentido, a la par de tus sueños y principios.
# 02 Ser ordenada
Ser ordenada requiere de tiempo, pero no serlo te roba aún mucho más tiempo y además energías, concentración y dinero.
Así que ordena el espacio a tu alrededor, reduce la cantidad de distracciones y limpia tu entorno.
Además de eso, se también ordenada en tu agenda.
Programa tus obligaciones con tiempo y evita los apuros. Comprométete a respetar tu tiempo y ten tu programación tan clara que puedas visualizar todos los compromisos en tu agenda en un solo vistazo.
Y tranquila, no tienes que seguir todos los principios de orden de Marie Kondo, pero sí debes mantener el orden en las áreas que más impactan tu vida como lo es en tu trabajo, en tu armario y en tus horarios de comida.
Deja espacio para la flexibilidad, ser productiva no significa tener todo bajo el más estricto control, sino ser capaz de tener una clara visión de tu día, obligaciones y tiempo de un solo vistazo.
# 03 Tener metas claras
Imposible alcanzar la productividad si no sabes qué es lo que deseas alcanzar.
Y no basta con una idea, sino con un claro concepto de lo quieres y la planificación correspondiente para lograrlo.
La mejor estrategia para mejorar tu productividad en vistas de esa meta es establecer objetivos de logros diarios.
De esta forma desarrollarás el hábito de concentrarte en lo que es verdaderamente importante y evaluar diariamente tu trabajo.
Una evaluación sencilla te permitirá ver qué pasos estás dando en pro de tus metas y qué aspectos te limitan o detienen.
Y ten en cuenta que esta definición de metas puede ser aplicado a todos los aspectos de tu vida.
Siguiendo con el ejemplo inicial, podrías establecer metas para optimizar tu tiempo, para incrementar tu productividad en el trabajo, para mostrar mayor compromiso hacia tu familia y para cuidar mejor de ti misma.
Tú decides, lo importante es que cumplas con las metas que te propones.
# 04 Disfrutar de momentos de dispersión
No creas que todo se trata de mantener el enfoque, el orden y la disciplina.
Todo esto es necesario, sí, pero es únicamente posible cuando en lugar de luchar en contra de todos los estímulos, te permites disfrutar de momentos de distracción.
Eso sí, momentos que tú destinas respetando tu agenda, tus prioridades y tus metas.
Haz lo que sea que te guste hacer, incluso si es que tan solo quieres perder el tiempo en redes sociales.
Está bien, hazlo, disfrútalo!
Pero únicamente durante ese espacio de tiempo que decidas destinar a ello.
Es tu vida, es tú rutina y para mantener la motivación de ser el más productivo, está bien liberarte del estrés y de las obligaciones disfrutando de tu momento de distracción.
Con seguridad si es amas lo que haces muchas veces has pensado o dicho que trabajar no se siente como obligación sino como placer.
Y te creo, es cierto, sin embargo la dispersión real, el tiempo en algo diferente y el placer del descubrimiento es una sobre dosis de vitamina para ser más productiva, incluso si es que amas aquello en lo que trabajas.
# 05 Liberar tu mente de lo innecesario
Ya que te has alimentado con conocimiento, limpiado tu entorno, visualizado tus objetivos y distraído un poco, es momento de alimentar el ciclo de buena energía liberando tu mente de lo innecesario.
Respira profundo, libérate de culpas, frustraciones o cualquier otro pensamiento negativo.
Perdona el pasado dejando de analizarlo y de inquietarte reviviendo los errores, aciertos, alegrías o tristezas.
Deja reposar las ansiedades respecto a lo que vendrá, detén tu análisis sobre los posibles escenarios futuros y quítale poder a tus miedos.
Regálate un momento para disfrutar del silencio, para escuchar a tu cuerpo y para conectarte contigo misma.
Pero eso sí, deja la autocrítica de lado que todos esos pensamientos basura te limitan y se, al menos por unos breves segundos, tu mejor aliado.
No olvides dejarme tu comentario y cuéntame.
¿Qué es para ti lo más difícil para mejorar tu productividad?
Hasta pronto,
– Mariela Sánchez
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